Final de la segunda jornada del U.S. Open. Creo que es hora para replantearme las expectativas que tenía sobre Tiger Woods. Antes del comienzo del torneo y con los antecedentes que tenía en Pebble Beach, era mi favorito a la victoria. Después de dos días jugando en Pebble Beach, ha terminado con vueltas de 74 y 72 golpes, lo que le deja con un global de cuatro sobre par, a siete golpes del lider Graham McDowell. Conseguirá hacer el corte, pero si quiere aspirar a ganar tiene que hacer hoy una vuelta espectacular y el domingo más de lo mismo.
Bajo mis expectativas sobre lo que puede llegar a hacer Tiger estos días porque su juego, después de haberle visto jugar ya en unos cuantos torneos este año, empieza a tener algo de coherencia, una línea de evolución. Eso no quita que hoy salga al campo y haga nueve birdies seguidos. Se trata de Tiger Woods y nunca se le puede descartar. ¿Pero sabéis qué? Yo últimamente le descarto más fácilmente que antes.
Es cierto que las condiciones de Pebble Beach puedan haber afectado al juego de Woods y no hayan sido completamente justas con su resultado global pero a Ernie Els, segundo clasificado jugando en el mismo partido, le ha soplado el mismo aire del Pacífico y ha sabido resolver los misterios que esconden los greenes de Pebble Beach.
Parece que uno de los mejores golfistas de la historia va a jugar así durante una temporada. Le hemos visto vueltas impresionantes y golpes espectaculares, desde todas partes. Ganará de nuevo y seguramente tenga la opción de acercarse más a ese record de majors obtenidos de Jack Nicklaus. Pero por ahora lo que podemos ver de Tiger es una mezcla entre lucha interior y alguna que otra lesión que ha ido arrastrando.
Es cierto que se puede culpar a muchos de la situación actual de Woods. Algunos criticarán a los medios, a su entrenador, Hank Haney, sus malas compañías, la cantidad de rumores extendidos… Pero no se trata de hablar de culpables, se trata de ver a Tiger jugar al golf y de eso hablamos aquí.
Tiger tiene que seguir trabajando en encontrar su swing, el que mejor se adapte a él. De eso Nicklaus nos habló hace poco. “Creo que estará mejor (solo)”, comentando que no es necesario un entrenador. Viendo jugar a Tiger estos días y sin conocerle de nada se podría deducir que necesita más horas trabajando, cogiendo confianza y reencontrándose consigo mismo, fuera de los focos. Su capacidad mental para jugar al golf es algo fuera de lo normal y seguro que este U.S. Open no termina nada mal posicionado, sin embargo, este año nos ha demostrado que sólo con eso no es suficiente.
Ahora mismo es sólo un jugador más entre 156. Si queréis ver un video con lo mejor de la segunda vuelta de Tiger . Mientras tanto, Phil Mickelson ayer se salió y puede robarle el número 1 del mundo si consigue llevarse la victoria. Ahora mismo el zurdo es el mejor jugador en este U.S. Open o por lo menos, eso debe demostrar. Tiene dos días para hacerlo. No quiero dejarme a Tom Watson, que ha vuelto ha pasar el corte en un U.S. Open ni tampoco al joven Ryo Ishikawa, en el mismo partido que Watson y sorprendiéndonos a todos en la segunda posición.
Enrique Soto 
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Comentarios
Sin duda estoy de acuerdo contigo en lo de que Tiger no es el mismo, eso es incuestionable. ¿volverá a serlo? yo pienso (espero) que sí. Cierto es que se ve a un tiger algo más ¿vulnerable? más humano, en el sentido golfístico de la palabra, antes era un máquina de ejecutar el golpe que necesitaba cuando lo necesitaba, pero ahora no genera ese momento mágico, ahora cuando necesita algún golpe especial, simplemente no le llega y eso lo convierte en ese "no más" del que hablas. También hay una reflexión que me gustaría tener en cuenta y es el calendario, Tiger debe estar sufriendo no pudiendo hacer un calendario normal como años anteriores, eso le daba un ritmo de competición que los demás tienen y el no, con esto de la terapia, la adicción al sexo, demostrarle a la mujer que se vaa "curar" y todos estos rollos, él no está confeccionando su calendario en función de lo que le venga mejor golfísticamente hablando, si no que me imagino que está haciendo encaje de bolillos, para jugar lo máximo posible sin perjudicar el resto de su vida. Esto sin duda es un gran lastre o handicap para él, si recordamos su gran cualidad es jugar unos 18 o 20 torneos al año y ganar casi la mitad, pero con una especial preparación antes de los grandes para intentar hacer coincidir su pico de juego con éstos torneos. Ésto lo conseguía años anteriores, pero con este nuevo "calendario" hecho a retales, no va a encontrar su mejor momento de forma en los grandes, a lo mejor le llega su mejor momento en el jardín de su casa aprochando...¿me he explicado bien? Y este es un factor que a lo mejor esta temporada le va a pasar factura, y que si mejora todos los demás aspectos de su vida, a lo mejor pueda confeccionar un calendario más competitivo para la temporada que viene...
saludos
No veo a Tiger "preocupado" por su nivel de juego y tengo la impresión de que esta temporada la va a "utilizar" para dejar serenar sus múltiples problemas personales antes de afrontar su nivel de juego y su swing. Además, creo sinceramente que tenía decidido dejarla pasar en blanco, pero que sus contratos y patrocinadores no se lo permitieron. Pero, dado su extraordinario carácter competitivo, la incógnita es saber si es en esta misma temporada en dónde se producirá el punto de inflexión que le haga reaccionar y sólo encuentro dos momentos para que ello se produzca. Uno pudiera ser en el caso de que pierda el número 1 a manos de Mickelson y el otro, si a causa de su juego no puede entrar en el equipo para la Ryder. Si se diera alguna de estas circunstancias y no reaccionará, igual tenemos que esperar a la próxima temporada para ver al Tiger que todos deseamos.
Por si acaso.. no le descartes nunca, que mira lo que hizo ayer.
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