¿Disfrutaste viendo el final del Open Británico?
Combina un golfista prácticamente desconocido destrozando el campo y con un juego perfecto, pero de lo más previsible, con un torneo que termina bastante tarde para un gran número de espectadores al otro lado del charco. El resultado es que las audicencias televisivas del último Open Británico, como bien apunta Ryan Ballengee en Waggle Room, fueron las más bajas desde 1991. Y eso es algo bastante bajo si tenemos en cuenta que la afición al golf ha crecido desde ese año.
Tomando datos de cadenas como ESPN, que obtuvo un 2,9% del share en los últimos hoyos del domingo, dejan el nivel de espectadores al nivel que la ABC obtuvo en 1991, cuando Ian Baker-Finch (en la foto) se llevó el Open. Yo tuve la suerte de comprobarlo en primera persona porque pude ver el partido en el club de golf Costa Ballena, con otras 15 personas más.