El PGA Tour podría designar a ciertos jugadores para jugar algunos torneos

Si organizas un torneo de golf profesional y no tienes a grandes nombres con los que atraer al público lo estás haciendo a medias. Con un Tiger, un Mickelson, Poulter o incluso Sergio participando, el éxito del torneo está prácticamente asegurado y ya no sólo por el público sino también otros jugadores pueden verse interesados por el torneo. En definitiva, tener a los mejores en un torneo asegura una publicidad automática del evento.

Casos parecidos se dan en el fútbol con las giras asiáticas que hacen los grandes de Europa. Si sus estrellas no asisten o juegan los partidos, el dinero recaudado es menor. Hay una propuesta rondando el PGA Tour y que va a intentar atraer a ciertos jugadores clave a algunos torneos que podrían estar en peligro de desaparecer. No hay más que ver los problemas que ha tenido el LPGA Tour para ofrecer un número de torneos decente.

El problema es que tampoco se puede forzar a los jugadores a viajar a Dakota del Norte y jugar el torneo con peor cartel y premios del año. Al fin y al cabo, los jugadores son algo parecido a un autónomo y ellos deciden qué jugar y qué no, teniendo en cuenta que tienes más posibilidades de hacer dinero cuantos más torneos juegues.

Existe un mínimo de 15 torneos por año para mantener la tarjeta y no es nada difícil llegar a esa cifra si sumas cuatro Grandes, tres World Golf Championship y Cuatro torneos de los playoff. Pero donde viene lo interesante de esta idea es en los “Designated Events”, algo así como “torneos designados”, donde jugadores con gancho estarían obligados a asistir para mantener cierta expectación.

He leido un ejemplo muy claro de esta situación. En 1977 se jugó el British Open, al igual que el año pasado, en Turnberry. Fue el llamado “Duelo al Sol” entre Tom Watson y Jack Nicklaus. A la semana siguiente al torneo ambos jugadores asistieron al Pleasant Valley Classic, cuando lo lógico hubiera sido descansar después de un Grande. ¿Por qué? Porque se trataba de un “designated event” aquel año.

Lo ideal sería que nuevos jugadores tomaran más protagonismo y se ampliara el número de favoritos. Si Tiger y Phil van a ser los únicos en darnos un poco de “vidilla” y repercusión mediática nos esperan menos torneos del PGA Tour para el año que viene, sobretodo más pequeño. Menos torneos significa también menos jugadores. Estaríamos caminando hacia atrás. No es mala idea la que se plantea desde el PGA Tour. Si a eso le unimos la llegada y victoria de nuevos jugadores con carisma, al estilo de Anthony Kim durante los últimos años, nos aseguraremos un Circuito mejor.